Este pluviómetro lo encontramos en todos los observatorios meteorológicos oficiales del mundo, al estar estandarizado por la Organización Meteorológica Mundial.
Este pluviómetro fue diseñado por el prusiano Gustav J. G. Hellmann (1854-1939), no ha sido modificado desde el año 1886. Del variado diseño de pluviómetros del siglo XIX, el Hellmann era el mejor de todos; por ello, todavía hoy es el estándar utilizado por la OMM en la observación pluviométrica oficial en todo el mundo. La boca de este pluviómetro debe situarse a 1,50 metros del suelo. Para que no se vea alterada la recogida de la precipitación; este instrumento ha de estar ubicado en un lugar despejado, lejos de edificios, árboles y de vegetación de una cierta altura.
El pluviómetro tipo Hellmann de la foto no es antiguo, pero sí su diseño como hemos comentado. La empresa madrileña Dilus Clima lo fabricó o distribuyó en el año 1990. En la imagen se muestra el instrumento desensamblado para mostrar sus componentes; podemos observar que hay unas placas en forma de cruz que se ubican en el colector. Su función es fijar la nieve para que no se la lleve el viento. El biselado de la boca, y un colector de más profundidad hace que, en caso de tormenta, no se pierda el agua por culpa de las salpicaduras. El agua recogida por el colector va a un recipiente, que si se llena y rebosa el agua va a la carcasa, y no perdemos la lectura de la precipitación que se ha producido. La capacidad de recogida es muy alta en unos 250 l/m². La lectura se realiza con una probeta. En resumen: el mejor pluviómetro por sencillo y fiable desde el año 1886.
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